Por: Martrin Gutierrez.
La crisis económica y sanitaria que atraviesa Venezuela, sumado al total abandono del deporte por parte de las autoridades del país, obligó que miles de atletas migraran a otros países en busca de una mejor vida y mejores oportunidades.
Talento desperdiciado y mal valorado, que hoy se encarga de defender y representar los colores de los países que le abrieron las puertas.
Sin embargo, hay algo peor que lo ya reseñado. Y es tener que representar a otro país por ser víctima de acoso sexual por parte de un entrenador
que tiene orden de aprehensión, está libre y sigue protegido.
Sí, les presentamos la historia de María Fernanda Gutiérrez, quien pertenecía a la Selección Nacional de Esgrima, una de las atletas que tenía mayor proyección en la especialidad en el país, siendo campeona nacional en infantil, cadete y juvenil; con destacadas actuaciones en Panamericanos, Suramericanos y Mundiales.
Junto a María y otras cuatro atletas, todas menores de edad, entre el 2019 y 2020 denunciaron al entrenador, Luis Junior Salazar.
Pero, para decepción y vergüenza,
políticos y autoridades deportivas del régimen taparon el hecho, mientras que las atletas fueron apartadas de la selección.
Padres una de las víctimas declararon que la Federación y la ex Ministra Alejandra Benítez, manejaron todo con mano zurda para desligar al entrenador Luis Junior Salazar.
María brillando con luz propia, hoy representa a la selección de Colombia.
Compitiendo en el país neogranadino fue ganadora del IV Escalafón, medalla de Oro en Nacional Juvenil 2019 y deportista del año de Risaralda 2019.
Por su parte, Venezuela sigue perdiendo un recurso humano valioso por una “justicia” que solo funciona para proteger al narcorégimen.
Por: Martrin Gutierrez.