Por: Matrin Gutiérrez
La Liga Venezolana de Béisbol Profesional Venezolano (LVBP) arrancó la semana pasada (con el toque revolucionario) entre dudas e incertidumbres, debido al escaso tiempo de preparación que tuvieron los ocho equipos de la liga para entrenar y adaptarse, así como las numerosas complicaciones en un país que se ve golpeado por la escasez de gasolina, las fallas de energía eléctrica y el aumento diario en los casos de covid-19.
La temporada se juega en una forma muy atípica y con la modalidad “burbuja” con cuatro sedes para todos los equipos, a pesar que la gran mayoría de los conjuntos han reportado casos de covid-19 en las primeras semanas de entrenamiento. El régimen de Nicolás Maduro , caracterizado por la ineficiencia, mediocridad y falta de capacidad técnica de sus equipo ministerial, que solo se preocupan por usar el ministerio como plataforma para carreras políticas, anunció el 1 de noviembre, en cadena nacional, que la temporada 2020-2021 comenzaría el 15 del mismo mes, esta declaración sorprendió a los jugadores directivos y fanáticos, debido a que la LVBP no había hecho ningún pronunciamiento y mucho menos los equipos.
A pesar que tanto comunicadores, como algunos peloteros se han pronunciado indicando que las condiciones en Venezuela no están dadas para la práctica del béisbol, Pero la liga y aliados dieron la voz de juego. Es que, reportarse a los campos de entrenamiento para la pretemporada, se convirtió en un verdadero martirio para todos los toleteros de las diferentes novenas. La pandemia por covid-19 no fue la única preocupación de los jugadores, sino también la escasez de gasolina en el país.
La LVBP comunicó el pasado 26 de noviembre que el primer encuentro de la temporada, pautado entre Navegantes del Magallanes y Bravos de Margarita, fue pospuesto por “causas de fuerza mayor”, el mismo fue reprogramado para el pasado miércoles 2 de diciembre, en una doble jornada que se llevó a cabo en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Una de las posibles razones de la suspensión del duelo inaugural, se debe a que el equipo margariteño realizó su primera práctica el jueves 26 de noviembre, un día antes del inicio de la temporada. Al mismo tiempo, en julio de 2020, hubo varios reportes sobre una posible intervención al equipo de Bravos por parte del Estado, que implicaba ser sancionado por la Major League Baseball (MLB) y quedar fuera del Winter League Agreement (Acuerdo Invernal).
Los estadios donde se dio la voz de Play Ball son: estadio Antonio Herrera Gutiérrez (Barquisimeto), José Bernardo Pérez (Valencia), José Pérez Colmenares (Maracay) y Universitario de la UCV (Caracas), igualmente esta temporada fue el estreno de la sede de Tiburones de La Guaira ubicada en Macuto, estado La Guaira, recinto que por cierto no es adecuado para unos juegos profesionales de béisbol, pero como el equipo técnico deportivo del desgobierno venezolano, «mandó», pues entonces allí se estarán jugando algunos partidos.
Vale acotar que, por razones de tiempo, la cantidad de juegos será menor a la de años anteriores. ¡Saquen ustedes sus propias conclusiones! Una temporada con toque revolucionario, con limitaciones e improvisación.
El deporte también es el reflejo vivo de lo que atraviesa nuestro país en manos del socialismo comunismo chavista.
Por: Matrin Gutiérrez