Por Martin Gutiérrez
El venezolano Oswaldo Giran es un futbolista, quien se desempeñó en la posición de arquero y que contó con varios procesos formativos en la selección sub-20, actualmente labora en Perú como repartidor de una conocida empresa de servicios a domicilia. La situación económica venezolana y la crisis social lo llevaron a emigrar y ganarse la vida de otras maneras.
Sus inicios como arquero profesional comenzó en 2010 con el Portuguesa FC, que en ese momento marchaba en segunda división. El cuadro rojinegro consiguió el ascenso al año siguiente y Oswaldo tuvo la oportunidad de debutar en la máxima categoría, bajo la dirección técnica de Jhonny Castellanos. Luego de aquellos pasos por la Vinotinto sub-20, Girán regresó al Portuguesa; el equipo descendió a la segunda división y de ahí se marchó al Atlético El Vigía. Fueron muchos factores, asegura, los que influyeron en colgar los botines como arquero profesional.
“El Vigía estaba pasando por un momento muy desagradable. Por motivos económicos y las deudas me vi obligado a dejar el club a mitad de temporada. Además, la situación del país el mundo entero la conoce, así que decidí migrar”, explica el exjugador.
El Vinotinto llegó en junio de 2018 a la capital peruana, donde unos primos lo recibieron. “Me costó irme, porque tuve que separarme de mi hija (ahora de seis años de edad) y de mi madre, pero me tocó hacerle frente a la realidad que estaba viviendo el país”, expresó. Girán se ganaba la vida dirigiendo entrenamientos para arqueros o jugando en un equipo a nivel amateur. Sin embargo, a causa de la pandemia, se tuvo que dedicar a hacer delivery con Rappi Perú. Vale resultar que el venezolano fue víctima de xenofobia en dicho país e inclusive estuvo a punto de perder de la vida.
“Para nadie es un secreto el tema (de la xenofobia) que se está viviendo ahora en Perú. Hay como una guerra entre bandas delictivas. Lastimosamente, las personas sanas e inocentes pagamos los platos rotos de las acciones que están haciendo los demás, tanto venezolanos como peruanos”, agregó.
La fiscalía peruana dictó nueve meses de prisión preventiva para el sujeto que amenazó con una pistola a Girán en el distrito de San Isidro, en Lima. El hecho quedó registrado en un video que causó indignación en las redes sociales, ante los casos de xenofobia que se han reportado en contra la comunidad venezolana que migró a Perú.
Luego de esta terrible experiencia el criollo junto con otros repartidores, impulsó una campaña de cero violencias, como rechazo a los actos de xenofobia. “Todos somos hermanos, podemos vivir juntos. Espero que esto sirva de ejemplo y podamos llamar a la paz”, sentencia.
Por: Martin Gutiérrez