Por: Martrin Gutierrez.
La oferta revolucionaria de Venezuela potencia deportiva, solo nos trajo una Venezuela en decadencia deportiva.
Un atleta debería tener todas las condiciones para competir, su mente y esfuerzo tienen que estar concentrados en su totalidad en un solo objetivo, brindar resultados.
Una realidad muy distante para los deportistas venezolanos, quienes agobiados por el exilio y la falta de recursos, tienen que buscar mil y una forma para poder conseguir los recursos necesarios para su preparación y participación en las competencias nacionales e internacionales.
Todo esto ante el descuido y total abandono de las autoridades deportivas del país. Un ejemplo claro, es la atleta tachirense Paola Pérez quien tuvo que recurrir a un GoFundMe para recaudar fondos con la finalidad de alcanzar un acondicionamiento de alto nivel y poder asistir al torneo clasificatorio que se desarrollará en Fukuoka (Japón), el próximo 29 de mayo, evento que otorga 14 plazas a la máxima cita del deporte universal, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1.
Cuando restan dos meses para la competencia, Paola no renuncia al sueño de disputar su segundo juego olímpico.
“Faltan dos meses de preparación, fuertes entrenamientos, mucha concentración y bastantes gastos económicos. Por eso quiero contar con tu ayuda en esta recta final tan importante para participar en mis segundos Juegos Olímpicos”, expresó Paola en su cuenta en la red social de Instagram.
Es importante recordar que Paola compitió en la prueba de Aguas Abiertas de 10 kilómetros en Río 2016, culminando en la posición número 20, lo peor del caso es que no es la primera vez que Paola Pérez tiene que lidiar con múltiples dificultades por falta de apoyo para representar a más de 30 millones de venezolanos.
Bajo la gestión de Pedro Infante como ministro del deporte, en los Juegos Panamericanos de Lima, realizados hace dos años no contó con un traje de baño apropiado y estuvo cerca de sufrir una hipotermia en la frías aguas del Perú, lo que limitó su rendimiento y puso en riesgo su salud, según el para entonces ministro fue culpa del proveedor (risible excusa).
“Voy luchando sola contra la corriente y veo como poco a poco mi meta de Tokio se vuelve un imposible, lo que hace cuatro años era mi mayor motivación hoy se vuelve en mi peor pesadilla que cada día me hace más frágil a tal punto de que mi mente y mi moral fueron quebradas, no sé que más sea capaz de soportar, no sé que más mi cuerpo y mi mente sean capaz de superar para llegar a donde quiero, primera vez que no sé que hacer, primera vez que siento la necesidad de gritar !auxilio!”, fueron las palabras de desahogo e impotencia de Paola en esa oportunidad.
Ante estos hechos lamentables, se preguntarán ¿dónde está el respaldo a la Generación de Oro? ¿donde están los recursos del Fondo Nacional del Deporte? ese invento macabro que le metió las manos en los bolsillos a toda la fuerza productiva venezolana que podía apoyar el deporte, y que al final recogió dineros pero para las propiedades y las hoy franquicias de mafia que pretende apoderarse del deporte, ¿dónde están los dólares destinados por el ejecutivo nacional para la Ruta Tokio 2020?
O al menos simplemente respondan politiqueros, ¿donde está la Venezuela potencia deportiva? porque lo único que vemos es una Venezuela con total decadencia deportiva creada por la revolución bonita.
Por: Martrin Gutierrez.