Por: Martrin Gutiérrez
El complejo deportivo Luis Loreto Lira, del municipio Valera en el estado Trujillo, está completamente abandonado. El estadio de fútbol José Alberto Pérez, lugar donde práctica el equipo Trujillanos Fútbol Club, equipo de primera división, se ha convertido en una selva donde reina la maleza, desechos tóxicos y hasta escombros.
Numerosos entrenadores, atletas y hasta personajes fanáticos han expresado su rechazo y desagrado ante la actual situación que sufre una de los recintos deportivos de fútbol más importantes del país. Todo esto ante la mirada de los dirigentes del Estado, quienes se hacen de la vista gorda ante la actual situación.
A todo esto se le suma los problemas internos por parte de los dueños del equipo de Trujillanos FC, institución que hace vida en el mencionado estadio. Los dirigentes actualmente tienen múltiples deudas con jugadores, personal del equipo y administradores del recinto, incluso sonó la posibilidad de que el equipo sea vendido a nuevos inversores. Sin embargo, el sector público no escapa a estas responsabilidad, el gobernador “chavista” Henry Rangel Silva también tiene responsabilidad del incumpliendo de pago a jugadores puesto que, parte de la responsabilidad del salario a los jugadores era del ente gubernamental no solo no se ha hecho responsable de eso, sino que además se ha desligado de los cuidados básicos del José Alberto Pérez.
En el pasado torneo, varios jugadores incluyendo el cuerpo técnico y demás representantes del equipo, decidieron no jugar en pleno partido por cinco minutos, como protesta a los incumplimientos de deudas que mantienen con el equipo. Ciudadanos y atletas han enviado cartas y comunicados al Ministerio del Deporte, pero hasta ahora ningún ente gubernamental se ha expresado al respecto.
Ante los diversos rumores sobre la posible disolución y desaparición del equipo, el presidente Basilio Álvarez informó hace unas semanas que la fanaticada y opinión pública pueden estar tranquilos debido a que el equipo no va a desaparecer. Se presume que en los próximos meses este siendo adquirido por un nuevo grupo de inversores.
Tanto Álvarez como Rangel Silva representan la gerencia del equipo y son los encargados de todo lo concernieren al pago de jugadores y demás plantilla, ambos socios son públicamente simpatizantes y militantes del régimen de Nicolás Maduro.
A finales del mes pasado en El Instituto Autónomo del Deporte en Trujillo publicó unas fotos realizando arreglos y limpieza en los alrededores del estadio, sin embargo, no se han realizado nuevos avances al tema de campo de juego.
Por: Martrin Gutiérrez