Por: Martrin Gutiérrez
Hoy en día el deporte cada vez se ve más afectado por la crisis que azota al país, los atletas que practican el karate desde hace mucho tiempo no están en condiciones para competir, uno de ellos es Antonio Díaz, quien lleva más de 20 años teniendo éxito y ha sido ganador de dos mundiales de karate en la modalidad de kata y dueño de un Récord Guinness. Asimismo, expresó que cuando se encontraba en la Selección Venezolana le era imposible entrenar, tanto a él como a sus compañeros. “Creo que la mayoría está viviendo fuera de Venezuela”, dijo.
Hace aproximadamente dos años, un representante del Comité Olímpico del país informó que la reducción de fondos de la administración en el deporte, el congelamiento de los activos venezolanos por parte y las sanciones que apuntan a quienes hacen negocios con Caracas afectaron directamente a estos atletas. Sin embargo, tanto en su momento como en la actualidad estos episodios han entorpecido el rendimiento de los deportistas de las selecciones en varias disciplinas, los atletas ya están acostumbrados a enfrentar retos más allá de los deportivos. Aunque existe un gran número de venezolanos que ha huido de la crisis y que ha buscado refugio en otros países.
Alejandro Castro lleva al frente de la selección de karate dos décadas como director técnico, considera a sus atletas “embajadores de Venezuela”. “Lejos de toda situación política, económica, de seguridad del país, ellos son las personas que van a llenar de luz el camino de todos los venezolanos”, indica el seleccionador, quien considera que el deporte aporta alegrías a quienes están sufriendo de lleno los efectos de la crisis.
No obstante, Castro reconoce las dificultades que enfrentan los deportistas de alto rendimiento de su país. “Hay situaciones que están escapando el control de algunas federaciones”, expresó. En ese sentido, muchos atletas ante la adversidad, prefiere aferrarse a lo positivo. Toda su familia vive fuera de Venezuela, pero ella optó por quedarse en Caracas.
Es importante destacar que, el ministro Pedro Infante, quien surgió de los círculos estratégicos y violentos ligados al chavismo en Catia, un barrio popular del oeste de Caracas, ha estado vinculado a cargos en la dirigencia deportiva desde 2008, cuando fue director general de masificación. De allí pasó al Instituto Nacional del Deporte y desde 2015 ocupa el más alto cargo de la cartera ministerial, la cual abandonó durante un breve lapso hasta que regresó en 2017 y sin embargo no trabajo por desarrollar una política deportiva coherente en esos más de 15 años de gestión, al contrario solo se dedico a armar grupos para reprimir y trajo exilio, persecución, muerte y destrucción, al deporte nacional.
El Ministerio del Deporte fue creado en 2006 y coincidió con el mejor momento de los atletas caribeños; sin embargo, en los últimos años el Estado ha olvidado la política deportiva, que se une a la catástrofe que se vive en todos los ámbitos del país. Atletas destacados como Rubén Limardo, quien ha desarrollado buena parte de su carrera y Yulimar Rojas, son excepciones y sus resultados obedecen más a los esfuerzos individuales que a una política estatal.
Sin una preparación adecuada en el ámbito deportivo y alimenticio, con escasez de recursos y sin los equipos idóneos para competir, cada logro de los atletas venezolanos es una hazaña loable que supera con creces la incapacidad y el desdén de sus dirigentes. En los últimos años, casi la mitad de las federaciones deportivas no han recibido recursos económicos para apoyar a los atletas, pero sin embargo para la campaña político del ex ministro Infante si existieron todos los recursos necesarios incluso contó con material deportivo para comprar conciencias, pero no existio material deportivo para los atletas y el deporte.
Por: Martrin Gutiérrez